Crónicas del Domingo de Ramos
Despojado
La hermandad de Salesianos volvió a poner ayer en la calle un derroche de elegancia y buen gusto, que además este año tuvo el añadido del mayor número de penitentes en el cortejo y del buen hacer y conjunción demostrada por la cuadrilla de cargadores y la banda de cornetas y tambores del Rosario. La salida de esta cofradía congrega cada vez más público en los alrededores del colegio de Salesianos e incluso en el patio interior, que ayer vivía un ambiente de fiesta para ver la salida del Despojado.
En el interior del pabellón, donde forma la cofradía, estuvieron acompañando a los hermanos la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez; varios concejales del Ayuntamiento (que luego fueron a la salida de Borriquita) y el presidente del Consejo de Hermandades, Martín José García, junto a varios de sus consejeros. Además del director del colegio, Juan Carlos Pérez Godoy; y el responsable de Pastoral, Francisco Izquierdo, que participaron en la procesión. Pérez Godoy proclamó la oración previa a la salida, que se dedicó a las misiones salesianas de Costa de Marfil.
El paso salió exornado con un monte de claveles rojos y con cuatro jarras de rosas color malva en las esquinas del canasto, además de dos faroles (cedidos por la cofradía de Buena Muerte) a los lados de la devota imagen de Romero Zafra. Y si la salida y el cortejo de la cofradía es más que destacado, ver andar el paso es todo un placer. La cuadrilla que comanda Joaquín Cortés lo hizo ayer a las mil maravillas. Izquierdos, doble paso y el andar tradicional de Cádiz se mezclaban en la mayoría de las marchas procesionales, lo que el público felicitó con aplausos porque esta renovación en el andar de un paso hizo disfrutar a todos los cofrades que siguieron a esta hermandad a lo largo de todo el recorrido.
Humildad y Paciencia
En el interior de San Agustín se vivieron ayer momentos emotivos al celebrarse el 25 aniversario de la creación de la Asociación de Cargadores Virgen de la Amargura y 20 años de capataz de Juan Manuel Manzano al frente de la Dolorosa. La primera levantá del paso del Cristo la dio Manzano. Bonito homenaje entre cuadrillas hermanas. Las marchas Bendición y Conversión del Buen Ladrón acompañaron al paso dorado en sus primeros mecidos por la calle San Francisco.
A las cinco en punto -en apenas quince minutos- salió por la puerta la Virgen de la Amargura, superando con acierto la maniobra hasta alcanzar su altura normal en la calle. Amargura Gaditana fue la primera marcha.
Sagrada Cena
La cofradía de Santo Domingo respira juventud. Se echa una mirada a los nazarenos sentados en los bancos del santuario de la Patrona y huele a futuro. Pero el futuro está por venir y de momento el presente de esta hermandad es muy bueno. No sólo hay que quedarse con la cantidad, más penitentes por ejemplo, sino también en la calidad. El cortejo lleva detalles deliciosos, como un banderín sacramental acompañado por una sección con codales, la espada y el cirio como símbolos concepcionistas y el coro de los Seises de la Catedral delante del paso de misterio. Éste, como siempre, enorme y majestuoso con un capataz, Juan Antonio Gomila, que le ha cogido la medida. Incluso hasta la Agrupación Musical Sagrada Cena -que ayer estrenó uniforme- ha querido unirse a esta mejora general de la cofradía con el cambio de sus uniformes.
El momento emotivo vino con la primera levantá, que fue realizada por un emocionado Rafael Corbacho, ex presidente del Consejo de Hermandades, y a la que la hermandad tuvo también un recuerdo para la que fue su esposa, recientemente fallecida.
Sagrada Cena y En tu Santa Cena tras salir racheando los pies y enfilar la calle Sopranis camino de la Catedral, donde ayer estaba de canónigo responsable Mateo Silva.
Borriquita
"Nuestra misión tras la cruz de guía es dar un testimonio de fe con el arte de la carga, con el arte de las flores, con el arte del escultor, el Evangelio se ha hecho arte y hoy estamos llamados a ser artistas de la fe, cada uno en su puesto", dijo el párroco del Carmen, el carmelita Francisco Víctor López, a los hermanos de la cofradía de la Borriquita antes de que se abrieran las puertas del histórico templo de la Alameda. Previamente el hermano mayor de la cofradía, José Cía Pellón, invitó a rezar el Padrenuestro a todos ellos, entre los que se encontraban Antonio Berrueco, posiblemente el más veterano del cortejo. El párroco -que en la procesión portó una palma rizada- entregó un rosario a cada uno de los cargadores del paso de misterio, "para que la Virgen os acompañe como hizo con el Niño Jesús". Y diez minutos antes de las cuatro de la tarde, la cuadrilla de los hermanos Martín superaron el dintel con una maniobra sobre los pies y comenzó su recorrido a los sones de la marcha Jesús de la Paz interpretada por la agrupación musical Polillas. Luego, a las cuatro y cuarto, lo hacia el paso de palio de la Virgen del Amparo, al que seguía la banda de música Pedro Alvarez Hidalgo, de Puerto Real.
Penas
"El sentido más profundo de la salida procesional es un acto de fe, en unos tiempos en los que muchos han querido quitar a Dios del corazón de los hombres, y por eso os invitó a que hagáis un acto de fe y ofrecer también la estación de penitencia por algún motivo personal acompañando a Jesús de las Penas y a la Virgen de la Caridad", dijo el párroco de San Lorenzo y director espiritual de las Penas, Jesús García Cornejo, a los hermanos que iban a acompañar a la cofradía en su estación penitencial. Después José Manuel Romo, el nuevo hermano mayor y presidente de la asociación Sentir Cofrade -que precisamente ha sido galardonada con el Premio Bartús de la cofradía de Borriquita este año-, los invitó a rezar el Padrenuestro y el Ave María por los hermanos fallecidos en el último año, recordando especialmente al que fuera capataz del palio José Soto Goliat. Pasados diez minutos de las siete de la tarde ambos pasos ya estaban en la calle. Al de misterio le tocó la banda de música Enrique Galán la marcha Señor de las Penas, del recordado maestro portuense, nada más salir. Esta era la banda que acompañaba al palio de la Caridad, delante del que marchaba vestido de chaqué el pregonero de la citada advocación, Andrés García Requejo, que precisamente el próximo 10 de diciembre exaltará a la Virgen de la Salud de Sanidad. Ambos pasos llevaron escolta de reservistas voluntarios de la Armada y del Ejército de Tierra.
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